
Gran parte del éxito de un vendedor depende de la toma de decisiones del cliente en ausencia del vendedor.
Casi todas las empresas con un producto o servicio confían en que sus clientes actúen de manera independiente una vez que la venta esté realizada (en forma de reutilización, volver a realizar un pedido, recomendar ese producto o servicio a otros, o permanecer fiel cuando son abordados por la competencia).
Por tanto, la decisión del cliente de volver a utilizar un producto tiene lugar de una manera interna, sin que el vendedor esté a su alrededor recordándoselo.